MEXICO. Publicacón del libro "El campo mexicano: 1970-2007. Un análisis a partir de los censos agrícolas, ganaderos y ejidales"

Este es un libro que reúne a un equipo de expertos del Centro de Investigaciones Económicas, Sociales y Tecnológicas de la Agroindustria y la Agricultura Mundial (CIESTAAM), perteneciente a la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), bajo la coordinación de Víctor H. Palacio, Gustavo Almaguer Vargas y Manrrubio Muñoz Rodríguez.

Ahora mismo resulta preponderante desarrollar el análisis integral de la situación que guarda el campo mexicano. En apariencia, es un asunto que parece no tener solución.

Sin embargo, desde siempre ha sido toral tanto la producción de alimentos como la mejora de los rendimientos por hectárea, en base a los avances tecnológicos y una estrecha relación de quienes están involucrados en los diversos procesos del agro nacional: Desde el productor, el extensionista, el investigador, el académico, el empresario, el político, entre otros.

Es contrastante la situación que prevalece luego de que en la década de los setenta se había puesto en marcha una creciente política pública para desarrollar el campo y sus protagonistas.

Es cuestión de recordar el impacto que tuvo la denominada “Revolución Verde”, el impulso a instituciones como el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), el Colegio de Postgraduados (CP), a la UACh, la naturaleza del llamado Sistema Alimentario Mexicano, la Alianza para la Producción para obtener una radiografía de cómo está configurado el campo mexicano en lo últimos 50 años.

En ese sentido, la principal aportación de este libro es, precisamente, el análisis de la tendencia que tiene la agricultura nacional. De tal suerte, es recurrente la formulación de preguntas y respuestas.

¿Cómo y por qué se incrementa la importación de alimentos? ¿Qué pasa con los programas gubernamentales enfocados a la agricultura? ¿Qué sucede con las asesorías que se les da a los productores?

Es evidente que el campo nacional sufre una trascendente transformación.

Es evidente, también, el abandono que existe en alrededor del 50 % del área cultivable del país. La sequía y sus efectos. El rotundo efecto del cambio climático y su influencia en el déficit de los recursos hídricos para las zonas agrícolas. Es drástica, dificultosa, adversa, la dinámica que vive el campo mexicano.

No obstante, es asimismo una excepcional oportunidad para los agrónomos, los fitotecnistas, para producir más alimentos para todos.
Está claro que en este tiempo las políticas públicas orientadas al agro no impactan del todo para resolver problemáticas específicas.

Para planear es necesaria la elaboración de diagnósticos. Sabemos mucho, criticamos mucho, pero proponemos poco.

De tal suerte, resulta ejemplar el quehacer de investigadores como el doctor Gustavo Almaguer, quien se ha preocupado en hacer y proponer soluciones, respuestas. Si hubiera muchos como él y los demás autores de este libro los problemas del campo nacional tendría mayores soluciones a la mano. Hay que hacer lo que nos toca. Los estudiantes a estudiar, los maestros a enseñar y algunos profesores (como los autores) a escribir libros de gran envergadura como este.

“El campo mexicano 1970-2007” es la radiografía de una problemática nacional de suyo proverbial. Es un horizonte gris que requiere de acciones colectivas para sacarle brillo. Los censos muestran sí la realidad del sector agropecuario. Y el más reciente se realizó durante la administración de Vicente Fox.

Algunos de sus capítulos perfilan el contexto de lo que sucede en el agro nacional: “Las Unidades de Producción Agropecuaria en México”, “Tendencia de la producción agrícola de México 1970-2007”, “La ganadería mexicana: Censos Agropecuarios 1991-2007”, “Evolución del desarrollo tecnológico y recursos naturales en la agricultura mexicana”, “La organización de productores y servicios en el agro mexicano: análisis del período1970-2007.

Con la aparición de este título Chapingo vuelve a retomar la estafeta como centro del debate de cuestiones de alta repercusión nacional. Chapingo está llamado a ser un generador de propuestas múltiples para resolver los conflictos del campo mexicano.

FUENTE: todotexcoco.com