COLOMBIA. Agricultura urbana en la localidad de Suba

Por algunas horas José Cuchimaco logra sentirse en el campo cuando recorre las filas de lechuga y otras hortalizas sembradas en la huerta. Él, un campesino de 71 años, oriundo de Oicatá (Boyacá), asegura que desde pequeño aprendió las labores del campo y que disfruta de poder hacer lo mismo en medio de la ciudad.
Junto a él 18 'jóvenes de la tercera edad' como los califica, entre risas, Jorge Navarro, se unieron para sembrar y ser parte del proyecto Wayra agrorecreativo, que tiene como objetivo que los adultos mayores puedan hacer de la agricultura urbana una actividad autosostenible y una forma de entretenimiento.
"A todos en mi casa les gusta la agricultura urbana, pues comérsela", confesó sonriente Navarro, quien vive con su señora, hijos, nietos y bisnietos.
Para Mercedes Suárez el contacto con la naturaleza fue lo que la incentivó a pertenecer al grupo. "Lo que más disfruto es untarme las manos con tierra", aseguró.
La idea nació, 8 años atrás, cuando residentes del barrio Nueva Zelandia quisieron sembrar para su propio consumo. "Inicialmente lo hacíamos al lado de la parroquia del barrio", comentó José, pero allí construyeron; por eso, hace 4 años, la Universidad Pedagógica les cedió un cuarto de hectárea, en la sede Valmaría de la institución, para que pudieran continuar con la siembra.
"Lo más importante de Wayra es que es una alternativa de ocio para el adulto mayor", explicó Vivian Becerra, estudiante de la Pedagógica.
Vivian aseguró que la institución adoptó el proyecto, por iniciativa de la estudiante Katherine Aldana, con el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria y el autoconsumo en los adultos mayores.
Las cosechas no solo le permiten, a quienes siembran, alimentarse, también venden todos los domingos, a la salida de la iglesia, los productos. Los recursos que recogen van a un fondo grupal que es invertido para comprar herramientas útiles en la siembra o para hacer actividades, como asados.
Estudiantes, docentes y personas de la tercera edad han logrado consolidar en estos años un grupo de aprendizaje. "Ellos nos enseñaron, nos transmitieron su saber e intercambiamos experiencias", puntualizó Vivian.
Narda Robayo, docente de la Pedagógica y quien acompaña a los adultos, explicó que es un proyecto reconocido en la institución por lo que esperan continuarlo por muchos años más.
En la huerta no solo adultos aprenden, trabajan y disfrutan, igualmente lo hacen 7 niños que pertenecen al comedor comunitario del barrio. Sin falta los adultos se reúnen los martes y jueves y los menores los sábados entre las 9 de la mañana y las 12 del mediodía para compartir conocimientos.
Este espacio está abierto al público más información: 310 321 88 70 - 310 338 48 98 o dirigirse a la sede Valmaría en la calle 183 con carrera 54 D.

FUENTE: El Tiempo