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Cultivo de la chirimoya: Fertilización, Podas, Deshierba, Propagación, Manejo Fitosanitario.

CULTIVO

El árbol requiere de climas secos donde no llueva mucho y donde la temperatura no presente extremos de calor ni de frío. En el trópico busca para crecer alturas entre 1000 y 2000 msnm y es sensible a los ataques de hongos y otras plagas.
Los emplazamientos sin grandes fluctuaciones de temperatura y humedad son los más propicios para este cultivo. Las condiciones ideales para obtener un buen cuajado de frutos son temperaturas entre 25 y 28 °C y humedades relativas entre 60-70 % durante la época de floración. La temperatura media que se acepta como límite para el cultivo de esta especie es la de 13 °C, en los meses más fríos. Por debajo de esta temperatura existe mayor dificultad para obtener frutos comestibles. Es un árbol muy susceptible a las heladas y a temperaturas por debajo de -2 °C, se pueden ocasionar daños tanto en la madera como en las hojas y frutos, irreparables si estas temperaturas permanecen durante algunas horas. En época de floración las temperaturas superiores a 30 °C, junto con bajas humedades relativas, afectan negativamente a la fecundación al provocar pérdida de receptividad estigmática.
Los vientos fuertes también son perjudiciales para el chirimoyo ya que sus ramas más jóvenes pueden doblarse por acción del mismo, provocando una mala formación del árbol. También el viento puede tener un efecto negativo sobre los frutos en su etapa de maduración en el árbol, ya que la piel puede verse dañada debido a los roces que se producen con las ramas.
El chirimoyo, igual que las demás especies del género Annona que se cultivan, se adapta a diversos tipos de suelos, como pueden ser arenosos, limo-arenosos, o arcillosos, e incluso se ha visto que crecen bien en suelos pedregosos, con la única exigencia de que éstos tengan un buen drenaje, puesto que no soportan los encharcamientos.
El pH del suelo más adecuado, de acuerdo a la literatura, sería el comprendido entre 6,0 y 7,5.
FERTILIZACIÓN
Es importante dar una aplicación alta de estiércol (5 t/ha) bien descompuesto una vez por año. Tomando en cuenta los análisis de suelo realizados, se determinaran las dosis de los fertilizantes. Así se realizan aplicaciones de fertilizantes a base de N-P-K. A medida que la planta se va desarrollando incrementar la dosis de nitrógeno. Se debe tener en cuenta la frecuente carencia de potasio en este cultivo, con la aparición de márgenes foliares con decoloraciones que evolucionan a necrosis. Las necesidades de calcio y magnesio son importantes sobre todo en la última fase de crecimiento del fruto, previo a la maduración
Un cultivo de 14 tm/ha extrae:
Nitrógeno (N) . . .95 kg/ha
Fósforo (P) . . . .4,6 kg/ha (11,3 kg/ha de P2O5)
Potasio (K) . . . .38 kg/ha (45 kg/ha de K2O)
Calcio (Ca) . . . .9 kg/ha
Magnesio (Mg) . .7,5 kg/ha
PODA
Es una planta muy competitiva por la luz para la producción, por lo que es conveniente la poda de formación, dejando una copa equilibrada de formas bastante libres abriendo el centro a la luz e intentando, además, facilitar la polinización artificial y la recolección. Tras la recolección se da una poda de mantenimiento la cual consiste en eliminar ramas torcidas, ramas verticales y chupones, dejándole una máxima expansión.
PODA DE FORMACIÓN
Se lleva a cabo en los tres primeros años, con el fin de obtener la adecuada estructura del árbol que le permita soportar, posteriormente, una buena carga. En general se realiza la poda en vaso con 3 a 5 ramas principales, formadas a 1 m de altura, aproximadamente. Con esta poda de vaso bajo se disminuyen los problemas con el viento, se facilita la recolección y se aumentan los rendimientos de la polinización manual, donde ésta sea necesaria. La estructura del árbol deberá estar formada al tercer año, altura en la que el árbol comienza a producir los primeros frutos.
PODA DE MANTENIMIENTO (A FINALES DE INVIERNO)
Consiste en general, en eliminar primero todo el material seco y aquel que esté creciendo hacia el interior y que no tenga grandes posibilidades de recibir abundante luz. Como las flores aparecen preferentemente en las ramas del año anterior, se deberá tener cuidado de no eliminar este material que es el más productivo. Se sabe que los frutos de mayor peso y calidad son los producidos en las ramas con dos o más años (aunque en menor número) las cuales fructificarán si eliminamos parte de las ramas del año anterior.
PODA DE FRUCTIFICACIÓN
Cada año, a la salida del invierno y antes del inicio de la nueva brotación, se procede a un aclareo de ramas fructíferas y despunte de ramas principales. Durante el periodo vegetativo se procede al pinzamiento o eliminación de los chupones. En la actualidad, las plantaciones antiguas tienen una densidad de 150 árboles por hectárea con alturas de 4 a 4,5 m .
DESHIERBA
Es frecuente el laboreo con vertedera, con cuidado de no dañar las raíces superficiales ya que es muy susceptible a fitóftora. Es muy recomendable mantener el suelo cubierto, preferentemente con plantas leguminosas entre los árboles, que por su aporte de nitrógeno resultan las mejores.
a) Mantener la fila de árboles limpia de malas hierbas mediante la aplicación de herbicidas de preemergencia a través del riego por micro aspersión (Goal (Oxifluorfeno) y Simazina en 12 aplicaciones por año). Las hierbas perennes que escapan a este herbicida se eliminan con Glifosato ó Paraquat + Diquat.
b) En las calles se deja la vegetación natural, segada 3 veces al año. Debe tenerse en cuenta que por falta de lluvias, la hierba no crece en verano en las zonas no regadas.
PROPAGACIÓN
Se lleva a cabo mediante injerto sobre patrón de semilla procedente del mismo cultivar que se va a utilizar como variedad. Se recomienda el injerto en bisel o el de púa empleando los chupones, para obtener mayor estabilidad. Cuando las plantas adquieren, como mínimo, de 1,5 a 2 cm de grosor (medido aproximadamente a 25 cm del suelo) se injertan de yema o de púa lateral o terminal, a unos 50 cm del suelo. Una vez que los árboles alcanzan una altura de 1 m sobre el punto del injerto se plantan en el terreno definitivo, recomendándose que se realice mientras el árbol esté sin hojas (finales del invierno - principios de la primavera) y antes de que haya comenzado la brotación.
FISIOPATÍAS Y DESÓRDENES FÍSICOS
Daño por frío: la exposición de frutos de Annona a temperaturas inferiores a 8-12 °C (46-54 °F), dependiendo del cultivar y estado de madurez, resulta en daño por frío. Los síntomas incluyen un oscurecimiento y endurecimiento de la cáscara, depresiones, incapacidad de desarrollar buen sabor, y pulpa "harinosa".
Partiduras: en algunos cultivares la partidura de frutos ocurre en estados avanzados de madurez y con tasas altas de producción de etileno. Se ha sugerido que cambios en la turgencia relacionados a la producción de azúcares neutros durante la maduración provoca movimientos de agua desde la cáscara y posiblemente del receptáculo hacia la pulpa. El incremento en el diámetro del receptáculo aumenta el estrés en la pulpa y cáscara, lo que produce la partidura del fruto.

MANEJO FITOSANITARIO
PLAGAS DE IMPORTANCIA
En nuestro país el chirimoyo no tiene grandes plagas que afecten su desarrollo y producción.
Chanchitos blancos (Planococcus citri, Pseudococcus fragilis y Pseudococcus longispinus)
Algunas características propias de la planta y de la forma en que se cultiva el chirimoyo favorece el desarrollo de este insecto, protegiéndolo de la acción de enemigos naturales y de los pesticidas.
La forma de conducción (emparronado) y la escasa poda crean un ambiente ideal para la postura de huevos, en los postes de soporte como en el tronco y ramas principales. Las larvas migran posteriormente a las flores y frutos que quedan protegidos por el excesivo follaje.
Es común la presencia de hormigas asociadas a estos insectos.
Control
Se puede realizar un control químico aplicando Dimetoato, Chorpyrifos, aceites o mezclas de ellos.
Dependiendo de la autorización en la utilización de estos productos
según el mercado destino de exportación.
Coccus hesperidum L
Otra plaga del chirimoyo es Coccus hesperidum L, que ataca pedúnculos  frutos, favoreciendo a la negrilla o tizne (fumagina).
ENFERMEDADES
Se mencionaran las principales enfermedades encontradas en huertos comerciales.
Podredumbre del cuello (Phytophthora sp)
Este hongo penetra principalmente a través de heridas en la raíz, dando lugar al necrosamiento de las mismas. El árbol adquiere un aspecto clorótico generalizado.
Control
Se recomienda no labrar el suelo(para no dañar las raíces) y el evitar la entrada de material de suelo y agua infectados.
El control químico se lleva a cabo con Oxido fosforoso, al 0,25% por cada 100 litros de agua.
Podredumbre radicular (Armillaria mellea)
Los árboles viejos plantados en suelos mal drenados sufren fuertes ataques de Armillaria, dando lugar a clorosis foliar y defoliaciones, produciendo una disminución del vigor.
Ocasiona la muerte de las raíces, apareciendo un micelio blanco sobre las mismas y setas sobre la base del tronco.
Control
El tratamiento de las enfermedades del sistema radicular es difícil; pudiéndose emplear productos como Captan y Maneb en dosis de 100 g/m2.
Otro método de control es descubrir las raíces afectadas, rascar las partes enfermas y enterrarlas, aplicando a su vez un fungicida.

ENFERMEDADES POSTCOSECHA
Antracnosis: Es causada por Colletotrichum gloeosporioides y aparece como lesiones oscuras, pudiendo producir masas rosadas de esporas en condiciones de alta humedad.
Cáncer Negro: Es causado por Phomopsis anonacearum y aparece como manchas púrpuras en el fruto, las cuales se endurecen y agrietan, seguido del desarrollo de pequeños cuerpos negros que contienen esporas.
Botryodiplodia: Es causado por Botryodiplodia theobromae y aparece primero de color púrpura, y más tarde granuloso. La pulpa se vuelve café y corchosa.

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