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Como obtener un buen bonsái.

En los primeros tiempos cuando se originó el cultivo de bonsáis, y estos entraban a formar parte fundamental en los jardines, se extraían de especies silvestres y eran seleccionados por sus características particulares. En como-plantar.org os vamos a enseñar a  extraer estas especies de árboles, se realizaban caminatas por zonas montañosas, cuyas condiciones atmosféricas facilitaban el desarrollo de buenas especies de árboles.


Cualquier especie de planta puede ser convertida en un bonsái, y se pueden seleccionar ejemplares de hoja perenne, hoja caduca, frutales, coníferas o plantas de interior, aunque por estética, algunas especies pueden dar una mejor  apariencia.

El antiguo rito oriental para extraer el bonsái de las montañas, que era uno de los elementos que constituían el equilibrio natural, era todo un arte sagrado que duraba varios años, por lo tanto el bonsái era tratado como un árbol sagrado.

En nuestros tiempos, el cultivo de bonsái también se convierte en algo ritual y nosotros, los entusiastas de estas espectaculares formas de plantas, lo convertimos en algo que nos refleja la paz interior, donde expulsamos nuestros sentimientos tóxicos en verdadera armonía natural.

Desafortunadamente en nuestros tiempos, por culpa del apoderamiento indiscriminado y exagerado que las ambiciones humanas han hecho en la naturaleza, no debemos extraer ejemplares de los bosques nativos que afecten el equilibrio natural de las plantas o los seres vivos que de ella dependan, para ello podemos extraerlos con mucha conciencia de la conservación natural, a partir de la siembra de semillas, esquejes o el acodo de ramas.

En muchas ocasiones podemos adquirir ejemplares jóvenes cultivados por otras personas, bien sea en viveros especializados o por personas con conocimiento en este tipo de cultivo. Antes de elegir si se desea comprar o cultivar un bonsái se debe tener presente:
Iniciar una inspección general, condiciones de salud, aspecto general y que sea de nuestro agrado.
Las raíces deben ser compactas y bien ramificadas, y que penetren perfectamente en el sustrato, en caso de que existan raíces que sobresalgan del sustrato, estas deben tener proporción con el tronco, ni muy gruesas ni muy delgadas, esto puede ser reflejo de debilidad para tomar nutrientes y mala poda o trasplante.
El tronco es la sección de la planta que más transformaciones puede tener, por los efectos de la poda y la forma que le demos a la planta, el tronco debe tener buena cicatrización de los cortes que se hagan en la poda, no debe tener síntomas de podredumbre o daños.
El aspecto del bonsái cuando se adquiera, debe tener un aspecto similar al tamaño natural, un espesor adecuado y líneas suaves.
Las ramas no deben quedar entrecruzadas, debe tener un contorno regular,  grosores progresivos desde el tronco hasta la punta y no debe tener daños provocados por la poda.
Las ramas deben estar firmemente arraigadas al tronco, hay muchas plantas que presentan un aspecto saludable pero realmente tiene ramas demasiado débiles que en cualquier momento comienzan a caer.
Las hojas no deben estar con parásitos ni infectadas con alguna enfermedad, la proporción del tamaño de la hoja debe ser proporcional al tamaño del bonsái, la agrupación y color del conjunto de hojas debe ser similar a los ejemplares de tamaño natural.
También es importante revisar la matera donde esta cultivada la planta, sus dimensiones deben guardar proporción con el tamaño y envergadura del bonsái y que los orificios de drenaje estén cumpliendo su función adecuadamente.
Como hacer un bonsái a partir de semillas

Para la selección adecuada de una semilla, es importante tener presente que el proceso natural de reproducción vegetal, las semillas de algunas especies de plantas necesitan de bacterias, efecto de bajas temperaturas o la intervención de jugos gástricos de algunos animales que son los que finalmente se encargan de dispersarlas. Mientras que otras semillas pueden germinar fácilmente con solo tocar un buen sustrato. Por lo tanto es importante conocer el tipo de semilla que obtenemos y qué condiciones debe cumplir para su germinación.

El sustrato o tipo de suelo en el que vamos a iniciar la germinación de la planta es fundamental, este no debe estar fatigado de varias siembras, puesto que ya ha perdido propiedades minerales fundamentales para la planta.

Para preparar el sustrato, se pueden mezclar elementos minerales como elementos, combinando tres cuartas partes de turba o compost de origen vegetal con una parte de tierra negra, finalmente es importante hacerla pasar por un tamizador para quitar las piedras o terrones grandes de tal forma que quede una mezcla esponjosa que pueda circular aire y filtrar el agua.


Para sembrar la planta, es importante conocer las condiciones climáticas de la especie, esto puede retrasar el proceso de germinación, inclusive, de eliminarlo.

Algunas semillas pueden ser plantadas directamente, pero es conveniente dejarlas sumergidas en agua por alrededor de 24 horas, para que la germinación sea rápida. Para lograr resultados, es importante utilizar por lo menos 3 semillas en el proceso de germinación, pues algunas semillas pueden resultar estériles.

Un semillero o iniciador resulta fundamental para la germinación de las semillas, el semillero debe tener:
Un buen sustrato y buen drenaje para que el agua salga del semillero y que no se encharque la semilla
Las semillas deben tener una buena distribución, se debe evitar aglomerar varias semillas en un mismo punto, por lo menos, deben estar separadas 2 o 3 veces su tamaño
Cuando se distribuyan las semillas, se debe evitar hacer presión sobre el sustrato que las contiene, esto con el fin de que las raíces puedan producirse sin problemas.
Se debe procurar que la yema germinal de las semillas queden siempre a un lado y no vertical.
El riego debe ser fino, de tal forma que al momento de regar el semillero, las semillas no queden descubiertas.
Finalmente se puede cubrir el semillero con un elemento transparente para que conserve la humedad.
Como hacer un bonsái a partir de esqueje.

Esta técnica nos permite convertir a partir de tallos, ramas o brotes ya formados en nuevas plantas que podemos transformar en bonsáis, esta técnica es realmente sencilla, lo que tenemos que tener en cuenta para que tengamos un resultado exitoso, es que el esqueje extraído deben formar raíces, para ello debemos proteger el esqueje de la excesiva radiación solar y debemos mantener el sustrato húmedo.


Una ventaja de este cultivo por esqueje, es que se van a reproducir las mismas características genéticas de la planta madre, y si esta es saludable y tiene un buen aspecto, nuestra nueva planta también lo tendrá.

Tenemos que considerar estos aspectos para la selección de un buen esqueje:
Debemos estar seguros de que la planta madre no tenga ninguna enfermedad, por hongos o tenga parásitos o larvas en el interior.
Es importante también, que la planta no tenga heridas, grietas en la corteza o malformaciones que puedan también perjudicar la nueva planta.
El aspecto de la planta madre es fundamental, esta debe cumplir con el tipo y aspecto que queremos reproducir.
Se deben seleccionar los esquejes más jóvenes, esto facilitara las labores de enraizamiento puesto que, los sistemas radiculares que transportan los minerales a las hojas, están aún en formación.

Se debe preparar el sustrato de la misma manera que para el cultivo a partir de semillas y continuamos así:
Seleccionamos los esquejes más apropiados, tomando como base los criterios mencionados.
El pequeño tallo que va a estar enterrado en el sustrato, debe tener un corte oblicuo para facilitar el ingreso de minerales a la planta y ampliando la zona que formará las raíces.
Hay algunas especies que no tienen mecanismos para la regulación de la transpiración, si esto sucede en nuestra especie, podemos recortar un poco las hojas para evitar que la planta transpire demasiado.
Para facilitar el enraizamiento podemos sumergir la parte que tiene el corte del esqueje en agua cubriéndolas con un algodón, para que no entre luz a las raíces,  una vez comprobemos que existen algunas raíces ya podemos trasplantarlos.
Podemos también utilizar hormonas de enraizamiento para que este proceso se acelere.
Mientras que la planta se adapte a este nuevo medio, es muy importante protegerla de las inclemencias del clima exterior, el extremo calor o el extremo frío pueden dañar la planta. Lo ideal para este caso es utilizar pequeños invernaderos donde podamos controlar las condiciones idóneas para el microclima fundamental para la planta
Como hacer un bonsái a partir de acodo.

Este método es muy efectivo para obtener nuestro bonsái, ya que el nuevo ejemplar no se va a separar de la planta madre hasta que no haya formado sus propias raíces, de esta manera la nueva planta siempre contara con suficientes nutrientes y minerales para su desarrollo.

Esta técnica es recomendable aplicarla con ejemplares de tamaño natural, no es muy recomendable para utilizarla en los mismos bonsáis, pues al emplear estas técnicas en su pequeño tamaño puede producir daños en la estructura.

Para la reproducción por esta técnica, se deben elegir tallos, sanos y jóvenes, preferiblemente que tengan una ramificación con varios brotes.

 Existen fundamentalmente dos técnicas para la reproducción por acodo.
Acodo simple:
Que consiste en tomar una rama sana de la planta madre, y enterrarla bajo tierra, con el fin de que la planta al encontrar una nueva fuente de alimento, inicie su proceso de raíces, de esta manera obtendríamos un nuevo ejemplar, esta técnica se debe aplicar en ramas flexibles.


Para emplear esta técnica se procede así:
Se prepara el suelo donde se va a producir el acodo simple, se cubre de compost de origen vegetal, este alto grado de valor nutritivo ayuda a la absorción de minerales.
Se retiran las hojas de la sección de la rama que va a ser enterrada.
Se aplica un corte oblicuo en la sección de la rama que va a quedar enterrada, con el fin de que sea el punto de partida para el enraizamiento.
Si se requiere, se puede emplear hormonas de enraizamiento.
Luego se entierra el tallo en el sustrato ya acondicionado y se fija con una pequeña estaca.
Finalmente se riega periódicamente hasta comprobar que tenga nuevas raíces.
Luego de completada, ya procedemos a trasplantarlo separándolo de su planta madre y llevándolo a la matera hasta que tenga buenas raíces y aseguremos la vitalidad del futuro del bonsái.

Acodo aéreo:
Esta técnica se aplica cuando queremos reproducir un ejemplar cuyas ramas estén muy alejadas del suelo o sean muy rígidas que no permitan doblarse hacia el suelo.


Para esta técnica procedemos así:
Se selecciona una rama en buen estado y nuevos brotes cumpla con nuestras expectativas, y que cumpla con nuestras espectativas.
Se realiza un corte oblicuo que será la base del enraizamiento del nuevo ejemplar.
Se impregna este corte con hormonas de enraizamiento.
Atamos un plástico con pequeños agujeros alrededor de la zona de corte y lo rellenamos con sustrato preparado con compost, se ata el plástico de tal forma que el sustrato no se vaya a desprender.
Se debe inyectar agua dentro del plástico para mantenerlo húmedo, hasta que detectemos la presencia de raíces.

Una vez tengamos el enraizado listo se trasplanta al  nuevo recipiente para asegurar la correcta formación de raíces.

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