AGRO20 URUGUAY: “Los planes de suelos abren oportunidad de negocios”

¿Cuál es la primera impresión de la jornada sobre cultivos de invierno realizada el viernes pasado en Mercedes?

Quedamos muy satisfechos. Era la primera vez que abríamos la jornada agrícola de invierno a todo público y participaron alrededor de 150 personas en el teatro 28 de Febrero de la capital de Soriano. Presentamos resultados de 42.900 hectáreas, de 834 chacras de la última campaña, y un total de 180 mil hectáreas de seis años de trigo y cebada.

¿La idea era analizar los números en un sistema productivo?

Un objetivo fue contribuir con elementos para la gestión agrícola. Para ello era necesario analizar lo ocurrido en un sistema concreto para la toma de decisiones.

¿Qué mostraron los números de la campaña de invierno 2012?

Que fue un año de bajos rendimientos agrícolas, donde se notó el efecto-año, bien de lluvias hasta julio/agosto y sobre el fin del ciclo, entre agosto y octubre, 800 milímetros de lluvia acumulados, que afectó enormemente. En trigo, los resultados promedio fueron de 2.300 kg/ha frente a casi 4.000 kg/ha de la zafra anterior. Hay que recordar que el área de invierno había bajado 30% respecto a la campaña anterior, básicamente en trigo, porque en cebada se mantuvo. Lo otro que vimos fue que el último fue un año complicado para sacar conclusiones sobre las variables que inciden. El clima emparejó todos los rendimientos a la baja.

Y con la lupa en los sistemas productivos, ¿qué vieron?

Seguimos viendo que el porcentaje más alto del área de trigo se realiza sobre barbecho químico del año anterior, sorgo y maíz probablemente. Y que con los planes de uso y manejo de los suelos desaparecerá y tendrá que ser cobertura. También se remarcaron aspectos que inciden, como la fecha de siembra en los rendimientos de trigo; el muy bajo rendimiento de la cebada, con un promedio de 2.000 kg/ha; y, tanto en trigo como en cebada, se constatan diferencias de rendimiento zonales, donde el litoral sur es donde se obtienen los mejores números, seguido por el litoral norte y luego el centro del país. Por último, mencionaría que el cultivo antecesor es la soja de primera y de segunda en un 90%.

A los menores rendimientos se sumó la baja calidad del trigo y la cebada.

Hubo referencias a la calidad de ambos cultivos por las zonas y por las variedades. En este capítulo se presentaron dos trabajos de tesis, como parte de un convenio de cooperación entre Fucrea, que brinda los datos, y la Facultad de Agronomía. Uno fue sobre el efecto del rendimiento del trigo en chacras con antecesor trigo. Se cuantificó que baja 18%. La otra tesis fue sobre la fecha de siembra de trigo que, como dijimos, tiene incidencia en los rendimientos del cereal.

¿Cómo sintetizaría la discusión sobre la campaña de invierno pasada?

Que no fue una zafra de buenos resultados económicos porque hubo menos rendimiento y problemas de calidad. Y en la mayoría de los casos no hubo márgenes y se perdió dinero con los cultivos de invierno.

¿Por ese motivo hay agricultores que dudan de plantar trigo en la próxima campaña?

Sí. Además, estamos con un paquete de costos altos, de US$ 800 por hectárea –US$ 400 de renta– a los precios actuales. El trigo es un cultivo con márgenes acotados y donde la decisión de plantar desplaza la soja de primera a segunda, cuando existe un paquete tecnológico con certezas de un buen rendimiento con la oleaginosa de primera. Una encuesta entre productores CREA sobre 50 mil hectáreas de esta zafra de cultivos de verano dio que el 42% fue soja de primera; 36% de segunda; 15% de maíz; y 7% de sorgo. Para el invierno, esa área, se estimaron 40% de trigo; 11% de cebada; 22% de barbecho; 25% de cobertura; y 2% sin definir aun. Eso quiere decir que sobre la superficie de soja se plantará apenas la mitad de trigo. La dupla soja/trigo, que predominó en las últimas campañas, está complicada. Habría que obtener un promedio de 3.400 kilos por hectárea de trigo y 1.700 kilos por hectárea de soja para números de equilibrio, con mucho riesgo para los productores.

Y el debate sobre los planes de uso y manejo de suelos que ya se exigen para la próxima campaña de invierno, ¿qué deparó?

La primera conclusión fue que el transcurrir del tiempo iba a marcar lo mismo que la iniciativa oficial. Entonces son una oportunidad para adelantarse. Otro comentario es que habrá una presión sobre las mejores áreas de suelo y, por lo tanto, debería presionar al alza sobre las rentas porque más gente querrá hacer agricultura en zonas buenas. En las mixtas –agrícolas ganaderas– una opción es que se incorporen más pasturas –un año de soja y tres de pasturas– y eso será una oportunidad de nuevos negocios, como la invernada o la producción de semillas. Y si hay presión en más área de pasturas eso tendrá efecto en la cadena cárnica con mayor demanda de terneros y en el corto plazo puede ser un aliciente para la cría, la recría de vaquillonas Holando y la invernada de corderos.

Fuente: El observador