AGRO20 ARGENTINA El campo habla . . .

… que el tema del paro agropecuario hasta el miércoles (que contó con altísimo acatamiento) y los feriados posteriores, coparon la totalidad de la semana pasada, al punto que casi pasó inadvertido el nuevo aumento de los combustibles, en general, mayor aún en el interior. Si bien hubo pocas manifestaciones externas de la medida de fuerza agropecuaria (algunos esperaban más movilizaciones u otras acciones), el mayor impacto se dio como siempre, con la entrada de hacienda vacuna en el mercado de Liniers pero esta vez, también en la comercialización de granos que no se percibió tanto a nivel del público, pero que va a tener mucho efecto en algunas áreas de Gobierno, básicamente, por la abrupta caída que van a registrar las liquidaciones de exportación, ya que no pudieron prácticamente, hacerse operaciones. Al margen de esto, el precio interno del trigo rondando el récord de u$s 500 por tonelada y Brasil fueron los temas excluyentes en el período. En el primer caso porque el nivel alcanzado por el cereal debido a su escasez y a la muy baja calidad que tienen buena parte de las partidas que quedan, están poniendo nerviosos a varios, pero también lo están haciendo cada vez más atractivo varios negocios. Por un lado, el que todavía tiene algo, se siente más tentado a esperar precios aún mayores, pero también, al estar ahora localmente por encima del precio internacional, alguno siente la tentación de importar ya que en el exterior está casi a la mitad de precio, con una diferencia entre u$s 220 y u$s 250 la tonelada.

 

… que el tema tiene a maltraer al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, que enfrenta graves disyuntivas, todas negativas: se puede quedar sin trigo justo en plenas elecciones o deberá admitir la importación del emblemático cereal, eje de la mesa de los argentinos. Naturalmente, esta última alternativa puede disparar reacciones complicadas, aunque algunos sostienen que no debería ser necesario (al margen de que, efectivamente, lo que queda tiene muy mala calidad). Es que se cree que las existencias son suficientes como para “enganchar” con la próxima cosecha en diciembre-enero aunque, la pregunta es: ¿Quién tiene el trigo que aún no salió? Fuentes de la exportación sostienen que son los productores, mientras que la molinería descarta que en el campo quede algún volumen importante, y más vale, sostienen, que son los exportadores los que lo tienen. El caso es que los industriales no están demasiado contentos porque la exportación les estaría ofreciendo cereal pero a precios altísimos. ¿Yo señor? ¡No, señor!, pues entonces ¿quién lo tiene? Y parece que Moreno finalmente lo va a encontrar. El caso de Brasil, sin embargo, es bastante más complejo, sobre todo después de la fuerte devaluación de los últimos días que complica especialmente a la Argentina. Para colmo, no sería la última y fuentes de ese país reconocen que el real podría llegar a 2,50 para fines de julio. El asunto se suma a las ya bastante malas relaciones entre ambos países e, incluso, entre sus funcionarios, lo que alcanza a las máximas figuras: Dilma Rousseff y Cristina de Kirchner. La relación (Brasil es el principal comprador de la Argentina todavía) está casi congelada, y hasta se comentan los avances del socio mayor del Mercosur, que ya estaría negociando bilateralmente con la Liga del Pacífico (Chile, Perú, etc.).

 

… que si de “congelamiento” se trata, las bajísimas temperaturas de los últimos días ya provocaron el “achicamiento” de campos y la forzosa expulsión de hacienda que se va a acentuar probablemente, en las próximas semanas. Pero también está “frío” el ambiente en casi todos los rubros. Por eso, es bastante comentado el proyecto de ley sobre maquinaria agrícola del diputado Carlos “Cachi” Martínez. Es que el hombre es de Felicia, en Santa Fe, la provincia más “fierrera” y que, por ende, está entre las que más sufre la caída de las ventas y el aumento en los costos, que incluye los laborales. En este sentido, la cantidad de feriados no contribuye a mejorar la ecuación. “Se trabajan 10 días y se cobran 13. Hay 25 días de vacaciones y 25 feriados. ¿Cómo se puede mejorar así la productividad?”, se quejaba un industrial del sector. La alarma crece cuando se miran los resultados de políticas similares en otros países, tal el caso de Venezuela. Por ejemplo, en 7 años el país bolivariano pasó de 7,5 millones de cabezas vacunas y 1,5 millón de vacas lecheras a apenas 2 millones para carne y sólo 400.000 para leche. Y, “hasta hace 2 años, el petróleo permitía importar los alimentos deficitarios, pero ahora también la producción de petróleo cayó, reconocía un ganadero venezolano preocupado por el futuro de la actividad en su país.