AGRO 2.0

Tras las celebraciones de fin de año son muchos los que han sumado kilos a su peso corporal e inician el mes de enero con una dieta. Sin embargo, perder peso de forma eficaz y mantenerlo en el tiempo no es algo que se puede lograr en un abrir y cerrar de ojos.

De acuerdo con especialistas en planificación alimentaria nutricional, para perder peso lo primero que hay que hacer es modificar los hábitos de alimentación y actividad física.

Existe una variedad de dietas que se han popularizado a través de los años. Algunas proponen un menú estricto, otras restringen ciertos grupos de alimentos y unas prometen una pérdida de peso rápido.

Según los médicos, los cambios conseguidos con estas dietas no se sostienen por largo tiempo porque la persona no incorpora hábitos de alimentación adecuados, sino cambios transitorios para lograr bajar de peso rápidamente.

Por eso, antes de lanzarse de lleno con una dieta restrictiva, es fundamental visitar al médico o nutricionista para que le ayude a elaborar un plan de alimentación que se adapte a sus necesidades individuales.

Buenos hábitos de alimentación y actividad física
→ Para quienes quieren bajar de peso y aquellos que están sanos y sencillamente desean mantener su peso actual, lo recomendado es un plan de alimentación equilibrado y variado, según los requerimientos nutricionales individuales. El plan tiene que incluir todos los grupos de alimentos distribuidos en forma equilibrada (50-60% carbohidratos, 15-20% proteínas y 25-30% grasas).

→ No hay alimentos buenos o malos, solo dietas mal balanceadas. Cada uno de los alimentos que integran los diferentes grupos tiene una composición química y funcionan como un vehículo de nutrientes. Por esta razón, es de suma importancia que todos estén presentes en la alimentación diaria. Por ejemplo, las frutas son excelentes fuentes de vitaminas y antioxidantes, las carnes y lácteos de minerales y proteínas, y los cereales y tubérculos son fuentes de vitaminas y fibra. Incluso la grasa y el azúcar son importantes para el buen funcionamiento del cuerpo.

→ Además, dentro de una alimentación balanceada es esencial mantener una correcta hidratación. El agua representa alrededor del 60% del peso corporal y participa en diferentes procesos como la digestión, respiración, absorción y excreción, ayuda a eliminar toxinas del cuerpo y mantiene la temperatura corporal. El requerimiento de agua depende del peso corporal de la persona, la cantidad de actividad física que realiza y varía en diferentes etapas del ciclo de vida. En general, la ingesta diaria para individuos sanos de 19 años o más es de 3.7 litros para hombres y 2.7 litros para mujeres.


→ Un porcentaje importante de la hidratación diaria se repone mediante el consumo de líquidos como agua, jugos, leche, gaseosas, café, té, chocolate, entre otros. El otro porcentaje proviene de los alimentos sólidos, tales como las frutas y vegetales. Sin embargo, si la meta es perder peso, procure consumir agua, gaseosas dietéticas o jugos, sin adición de azúcar o con edulcorantes no calóricos porque permiten disfrutar del sabor dulce sin aportar calorías.


→ Para perder peso es indispensable realizar actividad física de intensidad moderada al menos 30 minutos, 5 veces a la semana. Si la actividad física se realiza según los criterios establecidos por el médico y se mantiene una alimentación balanceada, la persona podría perder entre 200 y 300 calorías por día.

Inseguras
Las dietas que proponen perder peso de manera rápida no son seguras, primero porque no cumplen con los requerimientos nutricionales y segundo porque le hacen daño al organismo.

Al hacer estas dietas se baja de peso velozmente debido a la pérdida de agua corporal (producen deshidratación brusca) y el cuerpo, al no tener suficiente energía para trabajar, comienza a utilizar el músculo.

Su principal problema es que favorecen una recuperación muy rápida del peso perdido conocido como efecto “rebote”.

→ Dietas restrictivas no recomendadas
Estos tipos de dietas no se recomiendan, pues como se ha señalado, son riesgosas para la salud.

→ Dietas cetogénicas
Pocos carbohidratos y muchas proteínas y grasas. Comprometen el sustrato energético del cerebro, provocando serios trastornos renales y hepáticos que lesionan la salud.

→ Dieta líquida
Limita el aporte calórico, vitaminas, minerales y fibra.

→ Dietas que excluyen algún nutriente
Generan desequilibrios hormonales y metabólicos.

→ Dietas de alimentos específicos como el pepino o atún
Restringen el consumo de otros nutrientes presentes en los grupos de alimentos energéticos y provocan alteraciones en el metabolismo.

Fuente: eldiario.com.co

Visitas: 64

Automatic translator

AGRO 2.0

Miembros

Visitas (desde 24-04-12)

Distintivo

Cargando…

© 2024   Creado por AGRO 2.0.   Tecnología de

Emblemas  |  Reportar un problema  |  Términos de servicio